viernes, febrero 27, 2009

La picadura de abeja produce un dolor agudo difícil de calmar. Si, además, la víctima es alérgica al veneno que inyecta el aguijón hay que actuar con rapidez. En primer lugar, hay que extraer el veneno presionando hacia fuera y estirando la piel. Una vez extraído se debe limpiar la herida con abundante agua fría. Seguidamente se hace una mezcla con pan, leche y miel que se aplica sobre la picadura aplastándola con un tenedor. Gracias a este emplasto sencillo y natural se evita la inflamación y se calma el dolor.

Si se pone en la ventana o se planta en el jardín una maceta de albahacar se consigue que los mosquitos no se acerquen, pues no soportan el aroma de esta planta.
Si las inofensivas hormigas invaden la casa, llegando a crear auténticos hormigueros, bastará con colocar montoncitos de espliego en aquellos lugares por donde suelen aparecer.
usted puede consultar estos tips en la pagina web tipsdelacasa.blogspot.com

Aunque parezca una situación extraña, a más de una persona se le ha colado un insecto en el interior del oído. Si el insecto está vivo probablemente no encontrará la salida, por lo que es útil aproximar una vela encendida al oído para que éste divise la luz y pueda salir. Si no es así, podemos probar cortando una fruta madura por la mitad y pegando la pulpa a la oreja. El aroma dulce de la fruta atraerá al insecto.
Si ambos métodos no FUncionan, lo más probable es que el insecto haya quedado atrapado en el cerumen del conducto auditivo. En ese caso, hay que extraerlo con ayuda del aceite de oliva. Introduciremos dos gotas de aceite en el oído y ladearemos la cabeza con el oído hacia abajo para que salga tanto el aceite como el insecto.

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