A la hora de elegir un sofá no solo se ha de tener en cuenta si su estampado o color se adaptan a la decoración de la casa, su precio o su diseño. Se trata de un mueble que se va a utilizar, por lo que también es importante comprobar su comodidad al sentarse o recostarse sobre él.
Otros aspectos muy importantes son la facilidad de limpieza de su tapicería, si quienes lo van a utilizar son jóvenes o niños, que preferirán una tapicería con colores llamativos, o si se necesitará en sofá robusto porque lo van a emplear personas con sobrepeso. No debe olvidarse tampoco del espacio destinado al sofá que dispone la casa. Lo mejor es tomar las medidas exactas.
Hay que considerar el uso que se le va a dar al sofá en el momento de comprarlo. Para ello hay que saber las costumbres de los habitantes de la casa, si el rincón se utiliza para descansar, ver la tele, oír música, cenar o si va a ser necesario como cama adicional, aunque darle esta utilidad asiduamente no es lo más recomendable para la espalda.
Conviene que compruebe si el sofá es muy mullido o si usted se hunde en él nada más sentarse. Si esto sucede descártelo inmediatamente, porque a la hora de sentarse las caderas nunca deben quedar en un plano inferior a las rodillas, de lo contrario le será más difícil incorporarse.
Tenga en cuenta que con el paso del tiempo y el peso soportado los sofás acaban por deformarse y hundirse en mayor o menor medida, por lo que resulta recomendable que al comprarlo los cojines estén algo más duros y las bases no se flexionen demasiado, pero sin renunciar a la comodidad.
Otros aspectos muy importantes son la facilidad de limpieza de su tapicería, si quienes lo van a utilizar son jóvenes o niños, que preferirán una tapicería con colores llamativos, o si se necesitará en sofá robusto porque lo van a emplear personas con sobrepeso. No debe olvidarse tampoco del espacio destinado al sofá que dispone la casa. Lo mejor es tomar las medidas exactas.
Hay que considerar el uso que se le va a dar al sofá en el momento de comprarlo. Para ello hay que saber las costumbres de los habitantes de la casa, si el rincón se utiliza para descansar, ver la tele, oír música, cenar o si va a ser necesario como cama adicional, aunque darle esta utilidad asiduamente no es lo más recomendable para la espalda.
Conviene que compruebe si el sofá es muy mullido o si usted se hunde en él nada más sentarse. Si esto sucede descártelo inmediatamente, porque a la hora de sentarse las caderas nunca deben quedar en un plano inferior a las rodillas, de lo contrario le será más difícil incorporarse.
Tenga en cuenta que con el paso del tiempo y el peso soportado los sofás acaban por deformarse y hundirse en mayor o menor medida, por lo que resulta recomendable que al comprarlo los cojines estén algo más duros y las bases no se flexionen demasiado, pero sin renunciar a la comodidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario