martes, marzo 30, 2010


Cuando utilices herramientas dale a cada una el uso para el que fue diseñada: una tenaza no es un martillo, un alicate no está hecho para hundir los clavos en la madera, ni tampoco un destornillador para romper los ladrillos. Así lograrás que siempre funcionen bien y te duren más tiempo.

Cuando vayas a taladrar sobre metal, si quieres hacerlo más rápido, empapa la punta de la broca con algo de aguarrás.
Además, para evitar golpearte en los dedos con el martillo al intentar clavar puntas pequeñas, colocalo sobre un poco de masilla o plastilina para que sujete la posición del clavo.

A veces, cuando enroscamos un tormillo nos encontramos que se resiste a entrar. Para que entre más fácilmente pasa jabón o vaselina sobre el tornillo, lo mismo que a los clavos.

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